Un edificio de energía positiva es aquel que produce más energía de la que consume para su funcionamiento.
En el entorno de viviendas pasivas en la actualidad, la edificación con criterios bioclimáticos, con las técnicas de eficiencia energética existentes y el desarrollo de las energías renovables este tipo de viviendas es una realidad y son una realidad en Asturias.
En los últimos tiempos se ha producido una mejora notable, en particular desde la aprobación del Real Decreto 244/2019 por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo en España.
Aunque este tipo de edificios producen su propia energía, suelen estar conectados a la red eléctrica, de manera que los excedentes de energía se vuelcan a la red y compensan la electricidad utilizada en los momentos en que no estemos generando energía.
Esto permite que en estas casas se desarrolle un uso normal como en cualquier otra vivienda y se disfrute de un mayor confort.
¿Cómo logramos tener un edificio de energía positiva?
Esto se logra con la combinación de 2 acciones, una baja demanda de energía y produciendo energía.
(1)BAJA DEMANDA DE ENERGÍA
En primer lugar, debemos asegurar una muy baja demanda de energía, es decir, el edificio necesitará muy poca energía para calefacción y refrigeración.
Muchas de estas casas son indistinguibles de un hogar tradicional, en cuanto a la imagen formal, no obstante utilizan soluciones de mayor eficiencia energética como:
- Optimización de ganancias solares del edificio,
- protección solar para evitar sobrecalentamientos en verano,
- elevados niveles de aislamiento,
- carpinterías de altas prestaciones,
- reducción de los puentes térmicos del edificio y
- reducción de las pérdidas de calor por infiltración en invierno.
Los costes de estas medidas van a ser fácilmente amortizables con el ahorro futuro durante la vida del edificio.
Un edificio de estas características va a necesitar muy poca energía y esta será proporcionada por equipos de alta eficiencia energética, como bombas de calor, recuperadores de calor etc.
(2)PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Con la instalación de fuentes de energía renovables, como la solar fotovoltaica, actualmente la más recomendada para pequeñas instalaciones y viviendas unifamiliares, se produce la energía que se necesita para el funcionamiento de la edificación.
Si seguimos los pasos en este orden, lo que antes era una edificación de consumo de energía casi nulo(1), pasa a ser una edificación de energía positiva, que produce más de lo que consume.
El NUEVO STATUS QUO
A día de hoy somos más conscientes de la necesidad de uso de energías limpias y del impacto medioambiental de no hacerlo.
Los valores que las energías limpias aportan a la vivienda son: Ahorro, protección, eficiencia, revalorización, menos emisiones y movilidad sostenible.
AHORRO | Al convertirte en dueño de tu energía ahorras desde el primer día.
PROTECCION | Tu consumo de la red disminuye y tu energía nunca subirá de precio.
EFICIENCIA | La energía que produces es más eficiente, ya que la produces en el mismo lugar que la consumes.
VALOR | Añades valor a tu vivienda.
EMISIONES | Se reducen las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases implicados en el cambio climático.
MOVILIDAD SOSTENIBLE | Con el aumento del número de vehículos eléctricos, el excedente de energía puede utilizarse, entre otros destinos, para cargar el vehículo eléctrico o el vehículo híbrido enchufable.
(1) Edificación de consumo de energía casi nulo: concepto aprobado por la directiva 31/2010 relativa a la eficiencia energética de los edificios.
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