Rehabilitación energética

 

Se entiende por rehabilitación energética una mejora en la envolvente  que permite eliminar  las patologías existentes, mejorar el confort interior, una recuperación de la estética original, un ahorro de costes de mantenimiento energético y una revalorización final del inmueble.

La rehabilitación energética ha de partir siempre de una evaluación inicial de las necesidades del inmueble que permita establecer las futuras hojas de ruta del proyecto; no siempre las soluciones más caras son las más acertadas y lo que es peor, en muchos casos se lleva a un desánimo de los usuarios para retomar una buena rehabilitación.

Las fases de un buen proyecto de rehabilitación han de seguir los hitos que se enumeran:

  1. Estudio de las necesidades globales del edificio, aunque realmente se vaya a realizar por fases, debemos tener claro cual es el fin de la actuación.
  2. Un buen proyecto global que permita fraccionar las actuaciones, duplicando los costes. Elegir un buen equipo de técnicos será la manera más rápida de ahorrar costes.
  3. Buscar una buena empresa constructora que sea capaz de responder de forma adecuada a las dificultades que entraña una rehabilitación con o sin ocupantes.

A día de hoy existe un interés por parte de la Administración Pública para la mejora de los inmuebles, apoyados por subvenciones a la rehabilitación que estaremos encantados de gestionar y tramitar.